lunes, 19 de octubre de 2020

2 poemas de Diego L. García (Buenos Aires, 1983)

 (sexta toma)
 

está incrustado en ese enunciado

mantener el decasílabo sería bueno

para guiñar a bécquer captar e

el alma de las cosas comentar

en las reuniones de las cámaras

frigoríficas de la poesía que todo

esto ha salido de un sueño y

que si el cementerio marino

es dador del epígrafe la cuestión

podría resultar beneficiosa

para el soterramiento de la escritura.

sabemos que son tiempos de lata

y nada huele a tantos signos de

exclamación la mer, la mer, toujuors

recommencée que traduce 4 + 6 en

ii sílabas según el manual

publicado por la novísima revista

de filología francesa. también

lugones dijo que el canto del hombre

ciudadano prefiere las 10 sílabas a

diferencia del guacho que nunca

conoció. bien podría haber funcionado

esa estaca en un pulso de metrónomo

en lugar de entrar en tonterías como

todo eso de los discursos y las

fuerzas que nada tiene que ver

con la         P         O          E         S         Í         A         .

el tipo e saco verde come

y dice al mismo tiempo que el pan

es el cuerpo de su impuesto cuando

las cosas marchan bien

……

valery sueña que nunca ha escrito nada en

la cubierta de un barco y el chillido del mar



Lunes
 

todo tiene un sonido especial:

la computadora y su ventilación a punto de estropearse.

el cielo como una turbina después de una tormenta.

el árbol de la vereda y su fuego de pájaros.

yo me quedo callado

frente a la luz de la pantalla a medio cambiar para salir.

a medio explicar por las circunstancias

por qué se ha desenchufado esto.

alguien debería llamar

y que el soporte técnico indique

los movimientos para que las piezas

no anden así por cualquier lado

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