sábado, 31 de octubre de 2020

2 poemas de Alejandro Mendez Casariego (Buenos Aires, el 19 de diciembre de 1952)

 Inéditos

*
Llegado a esta edad, 
quisiera que me preguntaran.
Los hijos por ejemplo. Digamos: cosas de nuestra vida,
el porqué de esto o aquello, qué salió mal,
por qué los años de tristeza, 
los silencios. O todavía más adentro, la oscuridad
que nace de un lugar entre los ojos. 
Ellos andaban por allí
y deben haber visto: no fue fácil. 
Pero parece que crecieron
evaluando, por hábito adquirido, la correlación de fuerzas
Lo que se acumula
del lado de lo que vale la pena
es el factor que en definitiva cuenta. 
“Nosotros hasta ahí” dicen sonriendo,
porque toda tragedia - han aprendido bien -
debe ser resuelta en esta vida. Nada más que decir:
hay otros hijos que criar, un jardín que sembrar. La maleza
por dañina que sea, se separa
y se quema, con júbilo, en la hoguera.





*
Atrapados en recuadros, pequeños y borrosos,
momentos felices de la vida.
Pero por  detrás parece desplazarse
una trama insidiosa, algo
que inevitablemente va a ocurrir se agazapa y oscurece
la sonrisa de asombro ante un regalo, aquella navidad.
O, de manera inesperada, tiembla el obturador
y borronea una silueta que se mueve, repentina
saliéndose de foco. Estoy mirando
unas fotos antiguas; niños en salones espaciosos
montados de a dos en caballos de campo
o forzados a posar juiciosos y compuestos
para una foto familiar
en cuyo dorso una fecha
revela, indiferente, la desaparición de todos ellos.
Allí, respirando el aire mas puro del verano
miran obedientes e incómodos hacia donde yo estoy
contemplando su muerte.

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